En un principio Dios formó a los animales para darles nombre, y con su infinita bondad comenzó:
-Tu te llamaras leoncito, tu te llamaras ratoncito, tu te llamaras lobito, tu te llamaras tigrito..
Y grita desesperado el perico:
-No ligrites porque se enoja
viernes, 31 de octubre de 2008
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